Y así es, las emociones que no aprendemos a gestionar, que se nos quedan atascadas en algún lugar de nuestro interior, aunque las olvidemos… ahí siguen, incubando el malestar al que en su día no supimos darle salida.
La terapia con Flores de Bach es de una inmensa ayuda en este tipo de enfermedades, pero no es necesario esperar a que la enfermedad de la cara. Podemos prevenir con el sencillo gesto de tomarnos unas gotas de estas esencias florales cuando sintamos que no estamos bien emocionalmente.
Las Flores de Bach son inteligencia emocional líquida, nos ayudan a gestionar nuestras emociones de forma sencilla y saludable. Todas ellas: miedos de todo tipo, indecisión, dependencias emocionales, duelos, penas, culpas, resentimientos, ira, apatía, desinterés, obsesiones, angustia, estrés, cansancio emocional, autorreproches, sentimientos de inferioridad e inseguridad, miedo al rechazo, enfrentarnos a cambios en la vida, aprender a decir no, servilismo, soledad, retraimiento, egoísmo, impaciencia, impulsividad, depresión, tristeza, desesperanza, etc…
No es necesario esperar a que la enfermedad física de la cara, puedes sentirte bien y vivir mejor, para ello debes tomar acción.
Lourdes Balestra. Licenciada en Farmacia y Diplomada en Flores de Bach.
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