Es bien difícil aceptar que las cosas no sean cómo nosotros queremos.
Cuando creemos que ya lo tenemos más o menos controlado… sucede algo que de nuevo nos coloca en el sufrimiento. Y tenemos que volver a hacer ese trabajo interior de la aceptación de las circunstancias y de la renuncia a que todo sea como nosotros queremos.
Esto no significa que no hagamos lo que está en nuestra mano para cambiar nuestras circunstancias y mejorarlas día a día. Significa que cuando ya no puedes hacer nada para cambiarlas… seas consciente de que hay una esperanza, una salida a ese sufrimiento, una opción que nadie ni nada puede quitarte porque reside en ti.
Reeduca tu mente cada día. Aprende a pensar sano.
Lourdes Balestra.
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