La buena salud es un don maravilloso.
Acostumbramos a quejarnos por nuestro aspecto físico sin dar la menor importancia a los bien que pueden funcionar esas partes que tanto nos desagradan.
Ciertamente vivimos en una época donde lo material tiene una gran relevancia y el cuerpo no se ha librado de ello.
Pero los cánones de belleza no son constantes, tener salud y gozar de los maravillosos sentidos que nos han sido regalados durante nuestra estancia en este planeta… es un don que no debe ser pasado por alto,
Por ello agradezco cada una de las partes de mi cuerpo que están sanas. Para mis dolencias pido sanación, trato de aprender el mensaje que me es enviado en ellas y con los métodos más amables a mi alcance ayudo a mi cuerpo a recuperar su equilibrio natural, consciente de que el estado natural es la salud.
Gracias, gracias, gracias.
Lourdes Balestra.