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¿Estás pasando tiempo contigo?

No te olvides de ti, aprender cómo pasar tiempo contigo misma es muy fácil y te aportará grandes beneficios.

 

Hay etapas de nuestra vida dónde nuestros días están muy ajetreados. Tenemos mucho que hacer, muchos compromisos sociales y/o familiares, compras que nos ocupan mucho tiempo.
Comenzamos a pasar gran parte de nuestro día rodeadas de otras personas y a veces en ambientes ruidosos y estresantes.

 

Cuando llegan estas temporadas es fácil olvidarnos de nosotras mismas y caer en un cansancio que termina por afectar a nuestro estado de ánimo.

 

Por eso, cuando estamos inmersas en estas situaciones, es importante saber cómo aprovechar unos pocos minutos para concederte el tiempo que necesitas contigo misma, para recargar tu batería interior rápidamente y poder seguir disfrutando de las experiencias que la vida te proporciona.

(Puedes elegir seguir leyendo más abajo, escuchar en podcast o ver en Youtube)

Sin embargo, al llegar a casa, muchas personas se dejan seducir por las series de televisión, las noticias, las redes sociales, las videollamadas y reuniones etc… dejando de nuevo toda su atención en el exterior y evitando de este modo toda posibilidad de hacer un trabajo interior de reconexión.

Te propongo un sencillo ejercicio que no te llevará más de unos minutos y que puedes realizar cada día (o varias veces al día), lo puedes hacer sola o junto al resto de los miembros de tu familia.

Hacerlo sola te ayudará a usar este tiempo contigo para conectar con tu interior.

Hacerlo en familia os ayudará a conectar cada uno con uno mismo y a la vez crear una bonita energía grupal.

¿Qué necesitas?

Tan sólo un espacio cómodo y tranquilo. Si vas a hacerlo en familia con niños pequeños escoge tiempos cortos, adaptate a su edad y no te desesperes si en el primer intento acabas del estilo de las siguientes imágenes:

 

Quizás estés soñando con un momento idílico y para algunos sea difícil en el primer intento. No desistas, transfórmalo en un juego cuando practiques con los más pequeños, pero no renuncies a pasar también unos minutos a solas contigo en otro momento del día.

Para realizarlo puedes sentarte en el suelo, sobre un cojín o en una silla. Puedes mantener las piernas cruzadas o con las plantas de los pies apoyadas en el suelo.

Es importante que mantengas la coluna recta, no te curves, se consigue fácilmente si cuando te sientes remetes un poco tus caderas hacia atrás, así podrás mantener la postura mucho más fácil sin forzar la espalda.

Inclina muy muy poquito la cabeza para que las vértebras del cuello también queden alineadas con el resto de la espalda.

Ahora coloca las manos en tu regazo con forma de cuenco, la mano derecha sobre la mano izquierda y deja que las yemas de tus pulgares se unan.

 

Si te resulta complicado mantener la espalda recta y te cansa tienes diversas opciones:

  • Puedes hacer el ejercicio tumbado (cuidado de no dormirte)
  • Puedes apoyar tu espalda en un respaldo
  • Si sois dos personas podéis apoyaros la una en la otra como en la imagen que te comparto:

En cualquier caso, cuida que tu espalda esté recta. Y no te agobies si la postura de los más pequeños de la casa no es ideal.

Cierra tus ojos y…. respira.

Lo único que tienes que hacer durante unos pocos minutos (tú eliges, 1, 2, 5….) es observar como el aire entra y sale de tu cuerpo y las sensaciones que ello te produce.

Puedes ponerte una alarma en el móvil que te avise de que ya ha pasado el tiempo que querías dedicar al ejercicio, así no tendrás que estar pendiente.

Si un pensamiento atraviesa por tu mente, no pasa nada, déjalo pasar y regresa con tu atención a tu respiración.

Permite que el aire baje hasta sentir que tu vientre se mueve al ritmo de tu respiración de forma natural. SI esto te resulta incómodo no te preocupes, lo más importante para pasar tiempo contigo es que sea agradable. Hazlo de una forma que sea agradable para ti.

Y disfruta de este silencio interno que se produce cuando estamos a solas con nosotras mismas y nuestra respiración.

Al relajarte, coloca la parte delantera de tu lengua en tu paladar, así el aire fluirá mejor por tu garganta y el ejercicio será aún más agradable.

No necesitas nada más.

Si quieres puedes hacer diversas variantes:

  • Puedes poner velas aromáticas o un incienso y disfrutar del perfume durante la experiencia
  • Puedes poner una música suave que te acompañe (ideal sin letras o un mantra por ejemplo) o sonidos del mar o la naturaleza
  • Antes de dar por finalizada tu sesión puedes abrir tus ojos y permanecer un poco más de tiempo igual, pero con los ojos abiertos.

Para finalizar, toma una inhalación más profunda y comienza a moverte despacito.

Si te gustó el ejercicio comparte para que llegue a otras personas.

Ahora puedes aprender a meditar de una forma muy sencilla, descubrir cómo aprovechar pequeños espacios en tu día a día y múltiples “ejercicios de bolsillo”, (ideales para practicar casi en cualquier momento y lugar) en : Medita Fácil (Más información aquí)

Encuentra más meditaciones y ejercicios en mi canal de YouTube

Cuéntame: ¿En qué momento (o momentos) del día te propones implementarlo?
Deja un comentario aquí debajo.

 

Gracias, gracias, gracias 🌻

Con cariño, Lourdes

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